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“Mi papá es una silla”
Dijo el niño en medio de la clase y todos lo miraron sin entender semejante concepto.
Los pequeños sabían que había padres vendedores, bomberos y hasta equilibristas, pero papás que fuesen sillas… no eso, nunca.
La maestra preguntó al niño el por qué tal afirmación.
– Porque con él me siento cómodo.
– Pero eso no lo convierte en una silla – respondió confundida la maestra.
El niño prosiguió: – Porque puedo descansar en él y porque si no alcanzo algo que quiero, él me ayuda y así sí puedo. Porque él es firme, fuerte y se que con él, nunca me voy a caer.
Sonó el timbre del recreo. Todos los niños salieron a jugar pensando que un papá se parece mucho a una silla: cómoda, fuerte y firme.
Reflexiones de Familia:
- La niña
- Recuerda Papá
- Papá se busca
- Federico y Carla
- Solo tengo 17 años.
- El matrimonio es una de las travesías más difíciles
- Adiós querido Papá, perdóname; ya sufrí demasiado
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