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Ya no podemos salir tan espontáneamente al cine, tomar la copa, el cafecito o tomar carretera a una escapada romántica sin tener que organizar mucho.
Ya mis pechos están en tiempo compartido y mis brazos son multitareas .
Ya no tengo tanto tiempo para arreglarme como antes y mi ropa es más práctica que sexy.
Ya la cama no nos pertenece solo a nosotros, debemos ponernos creativos para nuestro encuentro amoroso.
Ahora somos «papá y mamá» , casi no escucho mi nombre ya y aunque seguido la casa es un caos, el tiempo poco y el cansancio mucho, encontrar tu mirada del otro lado de la mesa, del otro lado de la habitación, por sobre la pila de ropa o los juguetes, sintiéndonos cómplices, compañeros de aventura, de vida, es hermoso.
Y aunque el cansancio y el agobio del día a día no me tenga siempre del mejor humor, aprecio tu esfuerzo también de ser padre y conpañero.
Ya volveremos a tener la cama para nosotros solos, ya habrá tiempo libre para escaparnos a la playa cuando queramos.
Mientras eso llega, no me dejes de abrazar, que nuestro amor sea fuerte, paciente y sepa disfrutar la etapa de ser «mamá y papá» de unos pequeños.
Doula Aida Apodaca
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