El hombre miró a su alrededor y dijo “Dios déjame verte”
Y una estrella brillo en el firmamento como nunca había brillado…
Pero el hombre no miró al cielo y no la vio . . .
Entonces el hombre indignado fuertemente grito
“Dios déjame ver un milagro”
Y nació su hijo!
Pero el hombre no se dio cuenta de la nueva e irrepetible vida que comenzaba . .
Entonces gritó desesperado “Dios, tócame, déjame sentirte”
En ese momento Dios bajó del cielo y toco al hombre en su mejilla suavemente . . .
Pero el hombre quitó la linda mariposa de su mejilla y siguió su camino.
Esto nos debe recordar que Dios siempre está a nuestro lado, en todo, en lo grande y lo sencillo, al igual que en cosas a las que no le
prestamos mucha atención . . inclusive en nuestra era electrónica.
Por eso el hombre cuando llorando gritó “Dios, necesito tu ayuda” en ese momento le mando un correo con buenas noticias, dándole aliento, y con la oración y el abrazo de alguien que le quería . . .
Pero el hombre no lo vio . . . El siguió trabajando y lo borró sin leerlo…
No pierdas de una oración ni de un buen amigo(a) porque la envoltura no es lo que tú esperas . . .
Dios nos habla a través de las personas más sencillas y menos esperadas.